MENSAJE DEL EDITOR: EL HIJO DEL DIRECTOR DEL CORO
Todos los que estamos en la búsqueda de algo que nos haga sentir realizados, todos aquellos que buscamos el éxito en el área en donde nos desempeñamos, o perseguimos un sueño necesitamos recordar que la vida nos presenta desafíos ineludibles de alta prioridad! Existe algo más importante aun que la mera obtención de un trofeo!
Cuando comencé el proyecto de DESARROLLO PERSONAL y liderazgo llamado “Buscadores de Tesoros” para lideres y hombres de negocios en Latinoamérica, mi visión y propósito fue de motivar al lector a la búsqueda de una riqueza no tangible con las manos, pero que es sumamente indispensable para el asombroso viaje de la vida. Por eso cuando hablo de “tesoros”, debes saber que es un paralelo con la búsqueda del éxito y la realización personal.
El mes pasado te envié el mensaje de las Montañas de diamantes, ilustrándote lo que hacemos muchas veces en vano, buscamos atajos, buscamos resultados inmediatos, buscamos la mina del tesoro a cualquier precio, y nos olvidamos que existe un proceso, y no nos damos cuenta que tal vez bien cerca nuestro hay hectáreas de diamantes providencialmente puestas por nuestro Creador, pero que en nuestra obstinación, cegados por la lógica no llegamos a percibir.
John Maxwell, fundador de la INJOY Corp., y autor de varios best sellers, relata, en unos de sus clásicos sobre liderazgo, una historia muy oportuna, que viene bien al caso, de un Director de un Coro americano, y que me gustaría hoy compartirla contigo:
“ Stephanie Wetzel me contó de un incidente en un viaje del coro del colegio. Ella iba recorriendo el país en autobús. El director del coro llevo a toda su familia. Su esposa, su hija y su hijo de siete años.
La peor parte del viaje era la larga y caliente travesía a través de Texas. Para romper con la monotonía, se detenían de vez en cuando para descansar y darle la oportunidad a los chicos de estirar las piernas e ir al baño. Después de hacer una de estas paradas en el medio de la nada, y una hora después de partir, descubrieron algo. No encontraban al hijo menor del director.
Cuando finalmente regresaron, ya eran presa del pánico. Todos saltaron del autobús para buscarlo. No necesitaron mucho tiempo para encontrarlo. Uno de los muchachos lo encontró en el baño de los varones… jugando, y cazando moscas!! Ni siquiera percibió que lo habían dejado!
Si tiene hijos, usted sabe cuan traumático puede ser este incidente para un padre. Sin embargo, a pesar de lo mucho que los padres aman a sus hijos, cada día mucho de ellos se alejan de sus hijos en la búsqueda personal del éxito. Es como si estuvieran manejando en la carretera, y pasara bastante tiempo antes de darse cuenta que han dejado atrás a los miembros de su familia. La tragedia es que muchos le dan mayor valor a su carrera, su éxito o su felicidad personal que a sus familias. Deciden que es demasiado trabajo regresar, asi que siguen su viaje. Dejan a la esposa y a sus hijos que se las arreglen solos, como el director del coro sino hubiese regresado a buscar a su hijito………..”
Hazte esta pregunta: De que me sirve mi éxito si no tengo a mis seres más queridos para compartir mi alegría? De que me sirve todo el esfuerzo que he hecho hoy sino tengo a nadie a mi lado para brindar? De qué me vale haber sacrificado mi cuerpo y arriesgar cada día mi salud si hoy me he olvidado de amar a alguien? Para qué todo esto?
No es necesario que sacrifiques a tu familia en tu viaje al éxito , mi querido amigo, ni tampoco que sacrifiques a tus mejores amigos, ni tampoco que te prives de lo mejor de la vida.
Te seria mucho más fácil si incluyeses en tu viaje de la vida a tus seres más queridos por ti!
MÁS IMPORTANTE QUE TUS LOGROS, MAS QUE TODOS TUS TROFEOS, MAS QUE CUALQUIER COSA EN LA VIDA, NADA ES MAS IMPORTANTE QUE APRENDAS A LLEVARTE BIEN CON LOS DEMÁS, QUE CREES UNA FAMILIA SÓLIDA Y DEJES A UN SUCESOR QUE TOME LA POSTA DE TUS SUEÑOS.
Reflexiona en esta anécdota mi querido amigo “Buscador de Tesoros”, sé que has andado un poco ocupado y quizás últimamente algunas cosas se te han hecho difícil para ti! Pero si aún estas vivo, recuerda que en cuanto hay vida hay esperanza! Será que hay alguien a tu alrededor a quien olvidaste por el camino y que hoy necesita de ti?
Alberto Conti
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2) PERLAS DE SABIDURÍA:
- Cambia lo que requiera modificación, deja tranquilo lo que está bien, y pide a Dios que te ayude a distinguir lo uno de lo otro
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- El que no veas brillar las estrellas en la noche no significa que hayan desaparecido. Están ocultas tras un manto de nubes. Tarde o temprano te llegará otra vez su resplandor.
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- Cuando todos tus deberes te agobien, repasa tu lista de prioridades. A continuación, haz lo que revista mayor importancia y deja lo demás para después.
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3) SUPERANDO OBSTÁCULOS
¿Alguna vez te asalta la preocupación, el temor, la confusión o el desánimo? Desde luego, a todos nos pasa alguna que otra vez. Pero no olvides que el Señor siempre está presente para manifestarte Su amor, que puede volverlo todo más positivo.
Invoca a Dios, y Su bendición te saldrá al encuentro. Notarás la diferencia. Su amor se presenta de formas muy variadas. A veces es algo íntimo entre Él y tú, una paz y unión que sientes en tu interior. Otras veces, es posible que te manifieste amor por medio del ánimo que te brinda un amigo o incluso un extraño en respuesta a tus oraciones, o bien con un acontecimiento inesperado.
No dejes de reflexionar en esta historia con propósitos, aplicarla a tu vida y preguntarte sino tiene algo que ver contigo.
UN MILITAR DEL PENTÁGONO RECUERDA CIRCUNSTANCIAS QUE LE SALVARON LA VIDA
Teniente coronel Franklin Childress, Baptist Press
WASHINGTON. En Jeremías 29:11-13, el Señor declara tajantemente: "Conozco Mis designios para con vosotros, designios de paz y no de desventura, de daros un porvenir y una esperanza." Esos versículos nunca fueron más ciertos para mí que el martes 11 de septiembre de 2001.
Mi oficina se encontraba justo donde se estrelló el avión en el Pentágono, y quedó totalmente destruida. La mayoría de mis compañeros de trabajo perecieron o resultaron heridos de gravedad, pero yo me libré. Ese día en particular estaba en mi apartamento esperando la llegada de unas pertenencias.
Había llegado al Pentágono el 4 de septiembre a fin de trabajar para el subjefe de personal del Estado Mayor. Me destinaron a un ala del edificio que acababa de ser renovada. Me desconcertaba el extraño mundo del Pentágono, qué hace cada uno y cuáles serían mis funciones.
Conocí a mis compañeros de trabajo, y el lunes 10 de septiembre terminé los trámites iniciales. Entre otras cosas, tuve que arreglar con el departamento de transporte, que estaba en unas instalaciones militares cercanas, la entrega de los enseres de mi casa, que llegarían de Hawai.
En un principio se dispuso que me los llevaran el 6 de septiembre. Cuando llamé para confirmar la fecha, la persona que me atendió dijo que por un error de otro funcionario tendría que esperar una semana más para que me entregaran mis pertenencias. Me enojé un poco, pero tomé la resolución de guardar la calma, y fijé otra fecha.
No tenía ni idea de que la fecha que había elegido para la entrega sería el factor decisivo que me salvaría la vida. Como pensaba que el lunes 10 de septiembre quizás me entrevistaría con mi nuevo jefe, el teniente general Maude, pedí que me entregaran mi equipaje el martes 11.
Estaba sentado en la terraza observando y esperando a que llegara el camión de mudanzas. Eran las 9:32 de la mañana. Entonces oí lo que me pareció un estampido sónico. Poco después, oí las sirenas de los bomberos que pasaban disparados por las calles. Encendí el televisor y me quedé perplejo al ver que un avión de American Airlines se había estrellado contra el Pentágono. Mi sorpresa continuó cuando seguí viendo las noticias y me enteré de lo que había pasado en el World Trade Center de Nueva York y observé el derrumbamiento de las torres. Pensé que aquello era el fin del mundo.
Luego, vino otra trágica noticia que me cayó como una bomba. La oficina donde trabajo estaba en el punto del impacto del avión que se estrelló. Me enteré de que no se sabía nada de mi jefe y de muchos compañeros de trabajo. Si aquel día hubiera estado trabajando, no podría relatar ahora esta experiencia.
Llegué a la conclusión de que Dios me ha hecho el más excelente de los regalos: la salvación. Si aquel día me hubiera encontrado en mi oficina, habría estado listo para que Dios me llevara con Él. Me doy cuenta también de que me hizo otro regalo: obró un milagro y me salvó la vida. Estoy hondamente agradecido a Cristo porque me da fuerzas.
Algunos me consideran afortunado y dicen que me salvé por casualidad. No comparto esa opinión. Creo Dios me bendijo. Sé que me salvó, y Él no es la fortuna. No creo que ocurra nada por casualidad. Creo firmemente que me salvó para que cumpliera Sus designios. Tengo que guardar silencio para que me revele el propósito que tiene para mí. Hasta entonces, contaré a tantas personas como pueda el milagro que ha hecho por mí, el regalo que me ha concedido.
Para terminar, ruego por que todo hombre, mujer y niño que lea estas palabras que escribo reflexione sobre el sentido de la vida. Oro para que, después de meditarlo bien, entreguen también la vida a Jesucristo y confíen en Él como Señor y Salvador. No les quepa duda de que si lo hacen, obtendrán la vida -y vida más abundante- que promete Jesús a todos.
Oro también que todo cristiano dé testimonio con denuedo. Creo que nos queda muy poco tiempo para llevar el mensaje a las almas perdidas, porque en este momento la gente está más receptiva a la Palabra de Dios y porque Jesús volverá pronto. Esa puede ser la misión para la que nos ha puesto Dios en el mundo.
“He oído tu oración, he visto tus lágrimas. Son preciosas a Mis ojos. Aunque te parezca que esta temporada es una de las más infelices que has vivido, para Mí es una época muy valiosa. Te siento más cerca de Mi corazón que nunca. Al tomarte en Mis manos y percibir la belleza de tus lágrimas, de las oraciones que elevas a Mí, de tu entrega y de tu humildad que se manifiesta cuando te pones a Mis pies y dices: "Nada traigo en las manos; sólo a Tu cruz me aferro"... al ver esto, me lleno de amor por ti. Te acerco a Mi corazón y te consuelo.
Mas debes aceptar Mi consuelo. Debes tener fe para aceptar y tomar lo que te ofrezco. No es nada que puedas merecer o esforzarte por conseguir. Deseo dártelo gratuitamente, porque te amo.
Debes decidirte por aceptar Mi paz y consuelo. Esta situación, que a ti te parece interminable, en realidad es momentánea de cara a la eternidad. Por tu fe recibirás un generoso galardón.”
Las dos causas principales de temor y preocupación son el pasado y el futuro: los remordimientos del pasado y el miedo al futuro; ¡y la Palabra de Dios nos prohíbe preocuparnos por cualquiera de las dos cosas! Si has recibido a Jesús, eres hijo de Dios, y no hay nada por lo que debas preocuparte.
La preocupación es una señal de temor, y si tienes temor, es que no tienes fe. "El temor lleva en sí castigo" (1Juan 4:18), y la ausencia de fe puede ser a veces algo terrible y espantoso. Pero la fe en Dios, la confianza en Él, produce una sensación de reposo físico, paz interior, alegría de corazón y bienestar espiritual. Es la fe lo que evita las preocupaciones. Es la fe lo que aleja el temor. Jesús dijo: "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en Mí" (Jn.14:1). ¡El principio de la fe es el fin de la preocupación! ¡Cuando confías en el Señor, sabes que Él se encargará de ti y que no tienes por qué preocuparte!
"¡No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio!" (2Tim.1:7) ¡Por eso, encomienda tus caminos, tu vida, tu mente, tus pensamientos y tu tiempo, todo, al Señor! "¡Echa sobre el Señor tu carga y Él te sustentará!" (Sal.55:22) ¡Sus hombros son suficientemente amplios para llevar cualquier peso!
Mucha paz tienen los que aman tu palabra y no hay para ellos tropiezo (Sal.119:167)
En el mundo exterior hay guerra, desorden y confusión, pero si buscas a Dios, tú por fin te habrás librado de eso interiormente, y el Señor puede guardarte aun en medio de cualquier problema o disturbio. ¡Así que por nada debes preocuparte!
¡Dios nunca duerme! Él vela siempre. Conoce cada uno de tus cabellos. Todo está en Sus manos. "Me oculta en la Roca (Jesús) que sombra le da a una tierra sedienta de Dios; y con Su mano mi ser guardará seguro y envuelto en Su Amor."
¡El Señor puede protegerte estés donde estés! ¡Y si decide que es mejor llevarte al Cielo, con Él, en lugar de cuidarte, de todos modos te irá bien! "Porque nuestras vidas están escondidas con Cristo en Dios", "Tú guardarás en completa paz a aquél cuyo pensamiento en Ti persevera, porque en Ti ha confiado" (Col.3:3; Isa.26:3).Es Él quien da paz. De Él viene tu socorro. En Él está tu confianza. Debes depositar tu confianza en Jesús, ¡el fundamento más sólido del mundo! "¡A salvo en los brazos de Jesús, seguro en Su acogedor regazo! ¡Allí se encuentra la dicha, allí te aguarda el descanso!"
El sueño de Dios es que tengas paz en abundancia en tu mente y en tu corazón!
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