BIENVENIDOS A BUSCADORES DE TESOROS!


Buscadores de Tesoros es un Boletín de contenido motivacional. El propósito de esta publicación es guiar a los lectores a la reflexión; meditar en los verdaderos valores de la vida, a adquirir hábitos saludables, enriquecer sus relaciones con los demás, desarrollar sus dotes de Liderazgo, fortalecer su relación con Dios, a escuchar Su Voz interior y evaluar personalmente su calidad de vida.
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BOLETIN BDT Nº 031/08

CONTENIDO BOLETIN BDT 031/08

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TEMA DEL MES: IDENTIFICAR LOS LADRONES DE TUS SUEÑOS

ARTICULO: EL TRAGICO CASO MR. PERFECT

MENSAJE DEL EDITOR: AQUEL QUE PIENSE QUE ESTA FIRME MIRE QUE NO CAIGA!

LIDERAZGO: FORMULAS ANTI ESTRESS

ESPIRITUALIDAD: AMORTIGUADORES

REFLEXION: EL NIÑO Y LOS CLAVOS

EL TRAGICO CASO DE MR . PERFECT!


El español Alberto Izaga, tenía todas las dotes necesarias para remontarse a las grandes alturas del Éxito personal, al ser un realizador de grandes conquistas. Joven, era el ejecutivo más importante de Swiss Re (la segunda aseguradora mundial) en Londres con un sueldo anual de 750.000 euros, una bella esposa (también ejecutiva de otra multinacional, General Electric), y una hermosa hijita, Yanire, de 3 añitos.

Alberto Izaga Velasco, de 36 años pertenecía al selecto club de los súperejecutivos que podían mover millones con un par de llamadas telefónicas. Su esposa Ligia -quien a sus 32 años nunca había tenido novio- les dijo a sus padres que Alberto era Mister Perfect , el hombre que siempre esperó. La ejecutiva mantuvo su empleo con la mudanza a Londres. Todo marchaba sobre ruedas!! Que más podían pedirle a la vida?

Nacido en la localidad vasca de Getxo, la vida de Alberto Izaga estuvo marcada por el éxito. Se licenció en Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad de Deusto, en Bilbao. Durante esa etapa se dedicó sólo a estudiar y apenas hizo amistades. Era un alumno brillante cuya única obsesión extracurricular era la práctica del remo. “Un chico inteligente, simpático, agradable; sacaba muy buenas notas pero iba poco a clase… nadie le conocía bien e incluso algún compañero que se sentaba junto a él ni siquiera lo recordaba”, rememora un viejo camarada.

Siempre se lo veía como un hombre contento, mostrando con orgullo a su hijita de dos años y medio. Sus colegas lo retratan como un tipo afectuoso, tranquilo y que soportaba bastante bien los rigores laborales. Pese a su fulgurante éxito, era una persona sencilla que nunca presumía de sus logros ni de su abultada cuenta bancaria. Quienes lo vieron no recuerdan nada anormal en su comportamiento. Lo único que llamaba la atención era su extrema dedicación al trabajo. Un hombre muy ocupado, y abrumado por el peso de su gran responsabilidad en la Empresa.

Es a partir de aquí donde comienza su Tragedia. Es que el trabajo de Broker iba consumiendo las fuerzas de Alberto: cada una de sus decisiones podía significar pérdidas o ganancias por millones de euros. A veces se amanecía en su oficina del inmenso rascacielos de la empresa (apodado, con razón, “El Pepinillo” por los londinenses). Algunos colegas, admitieron que en el último año estuvo expuesto a una terrible presión, aunque nunca había colapsado. Tras arduos meses de gestión, acababa de cerrar la venta de la filial británica de Swiss Re, lo que sugiere que su área no era prioritaria para sus superiores.

Lo que nadie jamás llegaría a imaginarse es que un triste día la desgracia tocaría la puerta en la vida de este aparentemente “feliz y muy exitoso” matrimonio ¿Qué sucedió un domingo de julio en el departamento de los Izaga Vicente?

Los únicos testigos directos -Alberto y Ligia- aún no son capaces de hilvanar explicaciones coherentes. Pocas dudas caben, no obstante, sobre quién es responsable del horror que destruyó a la familia.

En el expediente policial consta que alrededor de las ocho y media de la mañana un vecino se despertó con un terrible escándalo en el apartamento de Izaga y llamó al número de emergencia. Sospechaba que un violento asalto estaba en su desarrollo: había escuchado empujones, sollozos infantiles y salvajes alaridos.

Al llegar, los agentes de Scotland Yard contemplaron un espectáculo dantesco. Ligia, tirada en el pasillo, sufría un ataque de histeria. Vestida aún con su pijama, la inocente Yanire yacía desmayada en el piso del dormitorio de sus padres; presentaba hemorragias en las narices, los oídos y la boca. Estaba en coma. Aunque suene crudo, su propio padre le había reventado el cráneo a golpes.

La versión ampliamente difundida sobre este hecho es que Alberto había experimentado un salvaje ataque de ira porque Yanire lo interrumpió mientras hacía el amor con su esposa. Aunque hay varias teorías sobre este caso, algo que está bastante claro es que Ligia intentó detener a su descontrolado marido, quien la noqueó antes de seguir castigando a la pequeña.

La pregunta del millón en este caso es la siguiente: Qué fue lo que le sucedió a Alberto aquel funesto dia, para llegar a matar a su tierna hijita, por la que se desvivía. Nadie aún sabe la razón. En su día se habló del estrés laboral de un alto ejecutivo. "Decir que fue por el trabajo es trivializar algo que es mucho más complejo", afirma su abogado. Al cabo, quizás la tesis más razonable sea que la tensión profesional consumió el cerebro de Alberto, quien jamás había siquiera consultado a un sicólogo.

Siquiatras especialistas afirman que una esquizofrenia latente puede despertar pasados los treinta años en personas sanas sometidas a prolongado estrés. Hombres de negocios afincados en la City londinense cuentan que el nivel de apremio en sus empleos resulta a veces insoportable. Sumar méritos día a día es indispensable para destacarse; la vida personal no existe cuando debes estar siempre conectado a la oficina a través del notebook y el blackberry . “Es un mundo ficticio; pierdes la noción de la realidad, si no hay presión te la inventas. La competencia es feroz”, explican.

Andy Bell, directivo del Sainsbury Centre for Mental Health (una organización sin ánimo de lucro de Londres dedicada a investigar los problemas de salud mental), opina que el estrés laboral "no suele provocar este tipo de conductas". El juicio determinó que Izaga sufrió un brote sicótico agudo o una crisis esquizoide. En el Reino Unido, apunta Bell, del medio millón de personas con esquizofrenia "sólo entre 30 y 50 casos acaban en tragedia". Los psiquiatras que le atienden en el hospital señalaron en el juicio que la pérdida de sentido de la realidad que sufrió el ejecutivo le puede ocurrir a cualquier persona.

La vida de Alberto Izaga, es innecesario decirlo, un día se fue al infierno: precavidamente, la Compañía Swiss Re eliminó el mismo lunes cualquier rastro de su existencia en el sitio web de la compañía. Luego emitió una nota oficial de pésame. El gran ejecutivo de Swiss Re lo tenía todo para ser recordado como un hombre exitoso. Pero Ahora está internado en un hospital de Londres por enajenación mental y sigue todavía sin recordar claramente ni entender cómo fue que mató a su hija de dos años Diarios británicos aseguran que el millonario hoy no soporta el remordimiento y ha intentado suicidarse ya en varias oportunidades. Recién ahora comienza a darse cuenta del gran desastre que ocasionó en un arrebato inexplicable de violencia.

Reflexión:

No deja de chocarme como es que una persona tan exitosa como este gran Ejecutivo pueda haber llegado a hacer semejante daño a una criatura indefensa.

Esta historia trágica de veras me dejo en shock. Me dejo bastante perturbado.

La pregunta es la siguiente: Porque? Porque esa reacio tan violenta? Pero cual es la raiz en el interior del corazón de este “gran hombre” que lo conduce a reaccionar de esta forma? Como es posible? Una persona educada, famosa, exitosa, millonaria, realizada, con una bellísima familia y un futuro tan prometedor por delante?

Me hizo meditar en un antiguo pasaje bíblico que dice, “Aquel que piense que esta firme, tenga cuidado que no caiga!!!” Todos los que llevamos una vida activa, y los que tenemos la tendencia a pasar muchas horas ocupados por causa del trabajo somos peligrosamente vulnerables a caer en esa trampa.

Todos tenemos un elemento dañino, un lado oscuro en nuestra lama que es inclinado a sabotear el éxito que tanto buscamos y anhelamos.

Los comportamientos autodestructivos, un carácter no tratado y restaurado son los ladrones que roban las grandes oportunidades y eliminan a los Buscadores de Tesoros.

Todas las semanas puedes confirmar esta triste realidad al mirar los noticieros, descubrirás que alguna de las grandes personalidades, los famosos, cayeron en escándalos relacionados con drogas, alcoholismo, trafico, corrupción, sexo, y terminaron quemando su carrera.

Si ud. tiene la tendencia a reaccionar de forma descontrolada ante algunas circunstancias, tal vez esta sea la hora de armarse de coraje y aceptar que deba realizar un ajuste importante en su vida. Quizás este es el momento de parar y pedir ayuda. Reconocer que necesita la ayuda de los demás. No siga adelante fingiendo que esta todo bien mi amigo. Porque mañana puede quizás ser demasiado tarde!! Y lo puede haber echado todo a perder! Todavía tiene tiempo de realizar sus sueños!!!

Invertir una parte de nuestro tiempo para renovarse es una decisión sabia!!!,Adquirir Inteligencia y Disciplina Espiritual es uno de los hábitos mas valiosos de muchos que alcanzan el éxito. Evaluarse constantemente lo ayudara a descubrir que es lo que esta funcionado bien en su vida y qué no!!!

Amigo quiero animarlo a prestar más atención a estas conductas saboteadoras de sus sueños, discierna las señales de peligro, atrévase a detenerse a hacer ajustes cuando sea necesario. Adquiera el arte de la autodisciplina! Su vida y sus seres queridos en primer lugar, antes que cualquier otra cosa, son su más importante patrimonio!!!


Alberto Conti – DIAMANTE CONSULTING
Editor del Boletín “Buscadores de Tesoros”

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AMORTIGUADORES….

Iba a camino a casa en el auto y como había hecho a diario durante meses, tuve que pasar muy lentamente sobre un hoyo para evitar las consiguientes sacudidas: “¡ay, no! ¡Otra ves ese bache!”.

Tenia que llevar el coche a la revisión técnica. Lo lleve a mi mecánico habitual, y mientras se subía al automóvil para meterlo en el taller, me sentí muy satisfecho por haberme acortado de llevar el vehiculo a la revisión. Apenas lo puse en marcha, freno y me miro sorprendido, para preguntarme a continuación: “¿como pude andar este auto en este estado? ¡Lo amortiguadores no sirven!”

Mi primera relación a un diagnostico tan instantáneo fue preguntarme cual seria su motivación. ¿Como podía estar seguro tras unos solos segundos de conducción? Como es vehiculo tenia 10 años de antigüedad y mi experiencia con ese mecánico no me daba motivo para confiar de el, le pedí que revisara los amortiguadores y los cambiara si era necesario, lo cual hizo.

“¡ay, no otra ves ese bache!” mientras volvía a casa en el auto recién revisado iba pensado en ora cosa y me acordar a minutar la velocidad asta que ya era tarde me arme de valor para afrontar el inevitable impacto- la rabadilla contra el suelo a la carrocería contra la rueda-, ¡pero casi ni sentí aquel bache! ¡El mecánico tenia razón! Me había acostumbrado a conducir sin amortiguadores que había olvidado lo que es tenerlos.

Cuando solo se anda por carretas buenas, prácticamente no asen falta amortiguadores. El cambio si había esta en mal estado o hay un hoyo o bache profundo, eso ya es otra historia. La vida es muy parecida, verdad gracias a Dios, en su mejor parte el camino es bastante llano. Pero, ¿que pasa cuando perdemos a un ser queridos que nos llevamos un revés económico o sufrimos una lección? O si nos sorprende un corte de electricidad justo cuando vamos en el ascensor y nos quedamos atrapados durantes horas. O si nos vemos en un terremoto o un atentado terrorista. ¿Que clase de amortiguadores nos ayudaría salir adelante sanos y salvos en accidentes así?

¿Preguntemos aquel que dio la vida por nosotros en el calvario. El sabe muy bien. Dice “la paz os dejo, mis paz os doy: yo no os las doy como en el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” (Juan 14:27).

Muchos van por la vida sin amortiguadores, evitando cuidadosamente todo bulto y hoyo del camino que pueda darles una sacudidas. No tiene la paz que brinda Jesús, es decir, amortiguadores en su vehiculo terrenal. Tal vez ni se den cuenta de que los necesitan, o de cuando desgaste les ahorrarían.

Es inevitable que haya baches en el camino de la vida. Pero con las manos amorosas de Jesús debajo, casi ni se notan. Uno puede relajarse, disfrutar del paseo y llegar sano y salvo a su destino.

Pon tu vida en las manos de Dios, notaras la diferencia.

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FÓRMULAS ANTIESTRÉS - A. MATEYAK

Cada mañana me despierto con una lista en la cabeza de dos millones de cosas que tengo que hacer antes que se ponga el sol. Si bien en otros tiempos me exigía hasta el límite física y mentalmente, rara vez lograba todo lo que me había propuesto. En consecuencia, terminaba contrariado y estresado. ¿La solución? Redacté una lista de cinco puntos que podían mejorar mi rendimiento sin que sintiera tanta presión. Por extraño que parezca, ninguno de ellos es redoblar esfuerzos o apurar la marcha.


01 Pedir soluciones a Dios. Cuando invocamos la ayuda que Dios nos ha prometido en Su Palabra, se liberan ciertas fuerzas espirituales que obran en nuestro favor. Por eso, en cuanto empiezo a sentirme presionado, me detengo y le pido a Dios que arregle la situación que me genera estrés. Con ello ataco la raíz del problema, en lugar de limitarme a tratar el síntoma, el estrés.

02 Aquietar mi espíritu. Evidentemente no todas las oraciones obtienen respues tas instantáneas. De ahí que además de reclamar soluciones, le pido a Dios que aquiete mi espíritu y me infunda confianza en un feliz desenlace. Dedico unos momentos a meditar en Dios y a descargar sobre Él mis afanes y preocupaciones. Jesús dice: «Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mateo 11:28,29).

03 Planificar y organizar. La Biblia nos aconseja: «Hágase todo decentemente y con orden» (1 Corintios 14:40). Trazar la noche anterior el plan para el día siguiente me aplaca el estrés, aun en los días más ajetreados. Primero apunto todo lo que debo o deseo hacer. Establezco luego prioridades y acorto la lista de manera que se ajuste a la realidad. Después determino el orden en que haré las cosas, trazando la ruta que seguiré y calculando los tiempos de desplazamiento. Hago estimaciones generosas por si surgen imprevistos. Si no me entra todo, elimino algunas cosas de la lista. El tener un plan concreto me da tranquilidad.

04 Hacer pausas para descansar. Amigos que trabajan en oficinas, bancos, colegios y otros lugares donde el trajín es constante me dicen que eso es imposible, que no tienen tiempo para hacer pausas. Pero he descubierto que, para surtir efecto, un descanso no tiene por qué dilatarse y ocupar toda una hora o treinta minutos. Basta con tomarse cinco minutitos o menos. Yo me tomo un vaso de agua y salgo un momento para respirar profundamente. En situaciones en que eso no es posible, descanso la vista mirando por una ventana o me reclino y cierro los ojos. El relajarme físicamente me calma el espíritu. La inversión da sus frutos, pues todo marcha mejor durante una o dos horas después de esos cinco minutos de descanso.

05 Tener una actitud positiva. Por muy bien elaborado que esté mi plan, hay veces en que las cosas salen mal o surgen imprevistos. En lugar de entrar en una crisis de pánico o alterarme, procuro ver el lado positivo de la situación, no dejarme abrumar por el problema y concentrarme en la búsqueda de soluciones.
Ahí tienes, pues: cinco fórmulas antiestrés cuya aplicación no exige un gran caudal de inteligencia. Basta con un poco de disciplina y práctica.

Fuente: Andrew Mateyak es integrante de la Familia Internacional en las Filipinas.

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EL NIÑO Y LOS CLAVOS!


Había una vez un niño que siempre estaba de mal genio. Su padre le dió una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que se enojase, tenía que clavar un clavo en la parte de atrás de la cerca de su casa. El primer día clavó 37 clavos en la cerca.

En las próximas semanas, según aprendía a controlar su mal genio, diariamente clavaba menos clavos. Entonces descubrió que era más fácil controlar su mal genio que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el niño no se había enojado por nada. Se lo dijo a su padre, el cual le sugirió que ahora por cada día que no se enojase, sacara un clavo de la cerca.

El tiempo pasó y llegó el día en que le pudo decir a su padre que había sacado todos los clavos. El padre tomó a su hijo de la mano, lo llevó hacia la cerca y le dijo : "Hijo, haz hecho muy bien, pero mira los huecos que han quedado en la cerca. La cerca nunca será igual. Cuando uno dice cosas con ira dejan cicatrices como éstas. Puedes clavarle un cuchillo a un hombre y sacárselo; no importa cuantas veces le pidas perdón, la herida permanece. Una herida verbal es tan mala como una física. Los amigos son joyas preciosas, nos hacen sonreir y nos animan al éxito. Nos escuchan, comparten palabras de halago y siempre nos abren el corazón."

"Perdóname si alguna vez he dejado un hueco en tu cerca."

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