BIENVENIDOS A BUSCADORES DE TESOROS!


Buscadores de Tesoros es un Boletín de contenido motivacional. El propósito de esta publicación es guiar a los lectores a la reflexión; meditar en los verdaderos valores de la vida, a adquirir hábitos saludables, enriquecer sus relaciones con los demás, desarrollar sus dotes de Liderazgo, fortalecer su relación con Dios, a escuchar Su Voz interior y evaluar personalmente su calidad de vida.
Búsqueda personalizada

BOLETIN BDT Nº 027/07

BOLETIN BUSCADORES DE TESOROS N° 027/07

BUSCADORES DE TESOROS

Categoría: Desarrollo Personal, Motivación, Liderazgo, Familia, creatividad, Espiritualidad.

===========================================================

CONTENIDO

TEMA DEL MES: AUTOLIDERAZGO

1) MENSAJE DEL EDITOR: BUSCA TIEMPO PARA APRENDER EL AUTOLIDERAZGO
2) JOYAS CON SIGNIFICADO: AGUILAS O POLLOS
3)AUTO-LIDERAZGO: SOMOS LIDERES DE NOSOTROS MISMOS?
4)
ESPIRITUALIDAD: OIR LA VOZ DEL CIELO!!!

================================================

1) MENSAJE DEL EDITOR: BUSCA TIEMPO PARA APRENDER EL ARTE DEL AUTOLIDERAZGO

Casi llegando al final del año, siempre es una excelente oportunidad para parar y hacer una auto evaluación. Lideres que anhelan conseguir un alto desempeño deben dedicar un tiempo para ejercer un Auto Liderazgo.

Que es Auto Liderazgo? Aunque existen muchas definiciones precisas por parte de grandes expertos, me atreveré a compartir contigo mi concepto personal. Auto Liderazgo es sinónimo de auto disciplina, de renovación, de dominio propio, de auto evaluación, es una herramienta insustituible si pretendemos que nuestra visión continúe encendida, nuestra pasión ardiente por lo que amamos, si queremos avanzar sin desviarnos del propósito.

El gran experto en Liderazgo, Dee Hock dijo que: “Es la administración de uno mismo que debería ocupar el 50% de nuestro tiempo y lo mejor de nuestra habilidad”. Hay un detalle que debemos conocer aquí que es ineludible: no existe forma de hallar atajos, le garantizo que perderá su tiempo en buscarle la vuelta. Nadie puede ejercer el El auto liderazgo por usted mismo. Para este fin, la ayuda de un personal trainer, un mentor o asesor será totalmente vana. Es solo usted que deberá hacerlo por si mismo.

Debemos hacerlo tan urgente como podamos , después de intensos periodos de trabajo, en momentos de mucha presión, cuando comenzamos a perder los estribos con facilidad, cuando la adversidad llama a la puerta, cuando los problemas son superiores a los resultados que esperamos, cuando nos encontramos en medio de la neblina al viajar por la vida, ese es el momento justo de parar, mirar y escuchar y autoliderarnos. Auto liderazgo es oír la voz de tu corazón. Auto Liderazgo es oír la mansa y suave voz de Dios.

Porque si tenemos que liderar, tendremos que darnos cuenta que siempre habrá situaciones, personas, cosas, circunstancias que trataran de desviar nuestros ojos para que nos distraigamos del llamado, de nuestros sueños, de nuestras metas, del propósito, etc..

En uno de los mejores libros de Liderazgo que leí en mi vida, “Liderazgo Audaz ”, escrito por Bill Hybels, el autor dice que Jesús fue un ejemplo perfecto de alguien que ejercía el arte del auto liderazgo. El repitió este hábito a lo largo de su ministerio. Jesús necesitaba pasar por periodos intensos de oración, de reflexión y a solas con Dios luego de una intensa actividad ministerial. Necesitaba ir a un lugar tranquilo para fortalecerse. Sabia que necesitaba recordarse quien era el y cuanto lo amaba el Padre. Jesús necesitaba invertir en su llamado claro, evitando desviarse de la misión y mantener a raya la distracción, el desanimo y la tentación.

Por lo general el líder prefiere tratar de inspirar o controlar la conducta de otros, o manejar con asuntos administrativos, que el tener que encarar el difícil desafío de la autoevaluación, y el desarrollo o crecimiento personal.

Sin embargo, es imprescindible de vez en cuando, que por lo menos una vez al año, nos hagamos a nosotros mismos aquellas preguntas cruciales de auto liderazgo para evaluar nuestros resultados. Los resultados procedentes de este enfrentamiento con uno mismo son de veras sorprendentes. Los beneficios son múltiples. El crecimiento, la madurez y la efectividad sucederán como consecuencias.

Listaré aquí algunos preguntas que deberíamos hacernos a nosotros mismos, por lo menos 1 vez por año.

  • Es mi llamado seguro? Permanezco en el ?
  • Entiendo cual es mi propósito?
  • Tengo mi visión clara? O es confusa?
  • Es mi pasión por lo que hago ardiente?
  • Estoy haciendo lo que debo? Estoy en el lugar correcto?
  • Estoy desarrollando mis dones y alcanzando mi máximo potencial?
  • Esta mi carácter sometido a Cristo?
  • Esta mi orgullo sometido?
  • Estoy venciendo el miedo y el temor?
  • Hay asuntos internos socavando mi liderazgo?
  • Es mi ritmo de trabajo sostenible?
  • Esta mi familia bien cuidada?
  • Estoy aprovechando sabiamente mi tiempo? Hay cosas demás en mi agenda?
  • Esta aumentando mi amor por Dios y por la gente?

¿Pero porque se resisten entonces algunas personas o organizaciones al auto liderazgo?

Es como el ejemplo de visitar al medico. Ir al medico puede traernos buenas o malas noticias, cada uno de nosotros tiene una reacción diferente respecto a este asunto. Hay quienes van seguido y viven pendientes de su salud a tal punto que se enfocan en ella sin darse cuenta que es un medio y no un fin. Están los otros que dicen que es mejor no ir porque uno se entera de "que esta mal" y afirman que es mejor vivir sin enterarse.

Existen mucha razones, pero creo que la mas profunda es que esta auto evaluación nos marca nuestros errores. Como primera reacción no nos gusta que nos marquen errores, como segunda reacción el reconocimiento de nuestros errores nos debería llevar a cambiar y muchos no tenemos deseos de cambiar la forma en que hacen las cosas.

Bob Buford afirma que toda empresa, así como personas, necesita cambiar de enfoque de vez en cuando, para tener un crecimiento saludable.

Ezra Taft Benson dijo que “el Señor obra de adentro hacia fuera. El mundo obra de afuera hacia adentro. El mundo quiere sacar gente de los suburbios. Cristo saca los suburbios del interior de la gente y después esta sale por si mismas de los suburbios. El mundo quiere moldear a los hombres cambiando a su ambiente. El mundo quiere conformar la conducta humana, pero Cristo puede transformar la naturaleza humana”.

Auto Liderazgo es un proceso lento, por eso muchos no se sienten atraídos a ejercer este buen habito, por andar tan cegados al querer resultados inmediatos. Pero esto es imprescindible para poder descubrir aquello que está faltando en nuestras vidas y que nos deja tan vacios. Auto liderazgo es necesario para alcanzar el equilibrio que anhelamos. Para poder incrementar gradualmente el valor del mayor patrimonio que poseo: Yo mismo, necesitamos aprender a ejercer regularmente el arte del auto liderazgo.

Alberto Conti – DIAMANTE CONSULTING
Editor del Boletín “Buscadores de Tesoros”
Músico y cantautor, Columnista, Facilitador en las áreas de Liderazgo y Desarrollo personal.

2) JOYAS CON SIGNIFICADO: SOMOS AGUILAS O POLLOS?

Un ilustrativo cuento de A. Melo, nos induce a reflexionar muy profundamente sobre el autoliderazgo. "Un hombre encontró un huevo de águila y lo puso en el nido de una gallina, en un corral. El aguilucho fue incubado junto con la nidada de polluelos, y creció con ellos. Toda su vida el águila hizo lo que hacían los pollos del corral, creyendo que era uno de ellos. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos. Piaba y cacareaba. Y movía las alas y volaba unos pocos metros.
Pasaron los años y el águila envejeció. Un día vio un ave magnífica volando por encima de ella, en el cielo sin nubes. Se deslizaba con graciosa majestad entre las poderosas corrientes de aire, moviendo sus fuertes alas doradas. La vieja águila miraba hacia arriba con asombro.
– ¿Quién es ése? –preguntó


– Es el águila, el rey de las aves –le dijo su vecino–. El pertenece al cielo. Nosotros pertenecemos a la tierra; somos pollos.

Así, el águila vivió y murió como un pollo, porque creía que era un pollo".

Cuántos lideres, gerentes, supervisores u otras personas son ascendidas a nuevos puestos de mando y no se dan cuenta del rol fundamental de liderazgo en esas posiciones. Los incuba una empresa-gallina que los cría, desarrolla y jubila como jefes-pollo, sin entender que son lideres-águilas. No descubren que el destino no está escrito, lo escribimos cuando desarrollamos la capacidad de asombro, al sorprendernos sabiendo que podemos ser los arquitectos de nuestro destino. La autorrealización depende de nosotros en la dinámica de gestión congruente entre el saber, el sentir y el hacer.

Fuente: Tarcisio Lisio

3) AUTOLIDERAZGO: SOMOS LIDERES DE NOSOTROS MISMOS?

Para comprender el verdadero significado de "ser un líder con uno mismo", les propongo una experiencia en la simpleza de la cocina de nuestras casas.

En tres recipientes con agua hirviendo, colocamos en uno de ellos una zanahoria; en el segundo, un huevo; en el último agregamos dos o tres cucharadas de café y respetamos los tiempos de cocción de cada uno de los elementos, colocados en el agua hirviente.

Notaremos que la zanahoria antes de cocinarse era rígida, dura y muy difícil de quebrar; mientras que luego de ser hervida en el agua, se transformó en un cuerpo blando y muy fácil de aplastar con un tenedor.

El huevo, con su apariencia frágil y con un espíritu fluido, luego de pasar por agua hirviendo, parece no haber sufrido transformaciones; sin embargo, al romper su cáscara, comprobaremos que esa fluidez se endureció, al igual que su corazón o yema.

El café, en cambio, tiñó el agua hirviente y hasta le dio aroma y sabor.

La adversidad, actúa con nosotros como lo hizo el "agua hirviendo" con la zanahoria, el huevo y el café.

¿Qué somos nosotros ante las adversidades?... ¿Somos zanahoria, huevo o café?

¿Somos aparentemente duros y rígidos como una zanahoria, difíciles de quebrar, que ante una circunstancia adversa de la vida nos volvemos blandos y a punto de deshacernos en la depresión?.

¿Somos huevos, tal vez?... ¿tanto como que nuestro espíritu se endurece como nuestro corazón, a tal punto que cuando llega una oportunidad de amar, ni siquiera nos damos cuenta de que nuestros sentimientos se bloquearon?.

¿O somos café?... eligiendo convertir las adversidades en verdaderos “desafíos” de la vida, en verdaderas “oportunidades” para aprender y fortalecernos.

“Oportunidad” es una palabra compuesta del latín que significa “antes del puerto”. Es decir, luego de navegar, siempre hay una oportunidad. Y sin duda, si naufragáramos, nos habríamos ahogado en el mar de las decepciones y jamás hubiésemos llegado a “buen puerto” para emprender nuevamente un viaje más preparados, gracias al aprendizaje obtenido en ese constante navegar de la vida.

El "auto-liderazgo" es la condición humana del autodes-cubrimiento. Es descubrir y poten-ciar nuestras fortalezas; es aceptar y transformar nuestras debilidades, explorando las profundidades de nuestro Yo Interior, donde habita la esencia del universo y sus principios.

Nos han "puesto" la idea en nuestras mentes que ser un "líder" es el terreno de unos pocos, de algunos "elegidos"; sin embargo, ¿recordamos concientemente las muchas veces que hemos liderado situaciones en nuestras vidas con total naturalidad y desapego?. No se nace siendo líder: es algo que se aprende y para ello es necesario tomar la decisión de hacerlo con total "determinación".

Ciertamente se dice que: "el arte de ser líder" es el "arte de ser uno mismo". El arte, en consecuencia, está relacionado con la belleza; y así como la belleza no se puede definir con facilidad, aunque se la "distingue" cuando se la contempla; así es el liderazgo de uno mismo.

Cuando nos lideramos a nosotros mismos estamos manejando las herramientas del conocimiento de SI. Somos aquellos seres humanos que han decidido acompañarse a SI mismos y de "hacerse cargo de nuestro propio ser". Esa belleza que emana como una luz interior se expande hacia fuera, mostrando su plenitud, su simpleza y su creatividad en el "encuentro diario" con la felicidad.

Cuando tenía 3 años, mis padres y mis hermanos se contentaban cada vez que, en reuniones de amigos, me preguntaban que quería ser yo cuando sea grande. Recuerdo que siempre contestaba "quiero ser feliz"..."porque el amor es amar hasta morir"... Luego, los pasos por la vida me hicieron entender un nuevo significado de "ser feliz".

En un momento me parecía contradictorio cómo es eso de que uno desea "alcanzar la felicidad" y, a medida que avanzaba en la vida, sufría y veía que la felicidad cada vez resultaba más lejana. Eso fue hasta que me di cuenta que la felicidad no es "una meta", sino "el camino de todos los días, del aquí y el ahora mismo". Que no es mañana, ni pasado mañana; que es mentira eso de que "no existe la felicidad, sino los momentos felices".... Y cuando me di cuenta de ello, estaba respondiendo a mi "pregunta difícil" (¿cuando llegaré a ser feliz?) al saber que la felicidad es "el camino del HOY". Desde ese momento sentí que planté en mi una semilla.

Transformarse en un líder, es convertir la semilla en la flor del "uno mismo", del ser auténtico, del ser con valores, del vencer los fantasmas de los miedos, del ser agradecido al universo y a su inagotable energía, fuente de nuestro equilibrio y armonía.

Les propongo auto-responderse con verdadera con-ciencia a estos interrogantes, todos los días de vuestra vida, a cada instante:

- ¿Me siento víctima de las circunstancias?

- ¿Me quejo todo el tiempo?

- ¿Critico a los demás?

- ¿Juzgo o condeno a las personas y a las situaciones?

- ¿Las adversidades dirigen mi vida?

- ¿Soy leal a mis principios y a los demás?

- ¿Cuáles son los valores con los que transito mi vida?

- ¿Reconozco mis emociones?

- ¿Estoy gerenciando esas emociones que reconozco en mi?

- ¿Me auto-motivo?

- ¿Cuántos pensamientos positivos pongo en mi mente día a día?

- ¿Mis miedos se apoderan casi siempre de mi?

- ¿Yo soy el que soy, o soy lo que hago en este momento?

- ¿Lo que hago, le da sentido a mi "Ser"?, o ¿Lo que soy, le da sentido a lo que hago?

Fuente: Daniel Fernando Peiró - Extraído del Libro “16 HORAS PARA TEMPLAR EL SER”

4) ESPIRITUALIDAD: OIR LA VOZ DEL CIELO!

Para la mayoría de las personas, la oración es un monólogo; las únicas que hablan son ellas. Dicen: «Oye, Señor, Tu siervo habla», en vez de orar como Samuel, el niño profeta, que a los cinco años dijo: «¡Habla, Señor, Tu siervo oye!» (1Samuel 3:10) Llegarás mucho más lejos de esa manera, escuchando al Señor, en vez de hablar tanto que casi ni te quede ocasión de oír lo que Él te quiere decir.
La oración no es solo ponerte de rodillas y decir lo que quieres, ¡sino también dejar que Dios te diga lo que Él quiere! ¡Por eso cada uno de nosotros debe conocer personalmente al Señor, estar lleno del Espíritu Santo, dejarse dirigir individualmente por el Espíritu a fin de poder buscar nosotros mismos al Señor y hallar por nuestra cuenta las soluciones que cada uno necesitamos en nuestra situación particular!
Eso es de hecho lo principal que debemos aprender cada uno: ¡A seguir a Dios y escucharle nuevamente todos los días! ¡No basta con llenarse uno de inspiración una vez en la vida y conformarse con eso! Es como comer: ¡Una sola comida no le basta a uno ni para un día entero, y mucho menos para varias semanas o meses! Y de la misma manera que uno necesita comer todos los días, también tiene que recibir inspiración diariamente. ¡Uno necesita alimento fresco del Espíritu, renovar su poder del Espíritu, precisa de la leche de la Palabra, de fuego bajado del Cielo para volverse a llenar de inspiración día tras día!
¡Todos los días puedes escuchar a Dios! No es preciso que lo oigas en voz alta, que sea una voz audible. Puede ser simplemente ese «silbo apacible y delicado» (1 Reyes 19:12) que sientes en tu interior. A veces ni siquiera son palabras; sólo una impresión que uno tiene. Dios no tiene que comunicarse por medio de palabras; puede darte una simple sensación, imagen o idea.
El espíritu de Dios es como una emisora que emite en todo momento; ¡uno sólo tiene que aprender a sintonizarse! ¡Basta con tener fe! Si crees y tienes fe, ¡Jesús habla en todo momento, en todo lugar! De modo que cuando le pidas una solución al Señor, cuenta con que te va a responder, y acepta lo primero que te llegue.
Si de veras tienes fe y le preguntas algo al Señor, y quieres oír o ver la respuesta, ¡no te decepcionará! ¡Y lo que veas u oigas con los ojos u oídos de tu espíritu, proviene del Señor y te reconfortará mucho! ¡Cuenta, pues, con que Dios te responda! ¡Si le pides algo suplicándoselo de todo corazón, Él te responderá!
¡Pero si andas con prisas y apurado, inquieto e impaciente, no lograrás concentrar toda tu atención —tus ojos, tus oídos, tu mente y tu corazón— en el Señor para recibir las soluciones de los problemas, las respuestas a las preguntas, las mejores decisiones para cada situación!
Si no guardas silencio y tratas de buscar al Señor, ¿cómo vas a recibir nada de Él? Él dice: «Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios. ¡En quietud y en confianza será vuestra fortaleza!» (Salmo 46:10; Isaías 30:15) ¡Si quieres oír al Señor, tendrás que pasar unos momentos a solas, en silencio!
Todo gran hombre de Dios, desde Moisés hasta Jesús, tuvo que retirarse a su montaña y pasar allí, a solas, un tiempo en meditación, oración y comunión con Dios. ¡Jesús muchas veces tuvo que levantarse al despuntar el día, antes que Sus discípulos, y cruzar colinas a pie o subir a un monte para estar a solas con Dios y recibir las órdenes que le quería dar Su Padre aquel día! (Marcos 1:35; Lucas 6:12) ¡Dios mío, si el propio Jesús tuvo que hacerlo, cuanto más nosotros!
De modo que comienza bien el día: ¡Escucha al Señor! Lo necesitas; de lo contrario las cosas no irán como deben. ¡No se puede hacer la obra del Maestro sin Su poder y Su orientación, y para obtenerlos, es preciso que pases tiempo con Él!
Él resolverá muchos de tus problemas aún antes de que comience el día si escuchas lo que Él te quiere decir. Pero si te metes de cabeza en todos tus problemas y tu trabajo sin detenerte para hablar con el Señor y recibir instrucciones de tu Comandante en Jefe, leyendo Su Palabra y alimentándote de ella en una actitud de oración, ¡sería como si un soldado quisiera hacer la guerra Él solo sin atender a las instrucciones del cuartel general!
Todos necesitamos pasar unos momentos tranquilos y en silencio con el Señor para descansar y volver a llenarnos, beber el Agua Viva de Su Palabra y gozar con Él de la comunión de la oración, haciendo suavemente el amor en el Espíritu. ¡Es algo que te renueva totalmente, que te refresca por completo y te ayuda a ver las cosas de otra manera, con la perspectiva apropiada, te llena de inspiración nueva, te repone las fuerzas, y te da reposo, paz y alegría! Porque «los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; ¡correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán!» (Is. 40:31)

Fuente: The Family Internacional – Artículos del Libro Tesoros

No hay comentarios:

Bookmark and Share